SEGUNDA PARTE
Hermes Ascensun, Archivos del Vaticano |
HERMES-THOTH es, pues, el Héroe Epónimo Agente de la Eterna Sabiduría,
“Sabiduría Sin Edad”, retoño legítimo de La Gran Tradición Primordial, adecuada
como Tradición Secundaria de acuerdo a los Ciclos y las Edades, para la Gran
Escuela Iniciática de Egipto. Desde allí se extendió por toda la cuenca del
Mediterráneo a toda Europa y ha llegado hasta nuestros días. Los genuinos
GNÓSTICOS, los Caballeros Templarios y los verdaderos Rosa-Cruces del
siglo XVI, fueron Herederos Directos de esa Gran Tradición Hermética de la VÍA
REAL o Regia, conjuntamente con la VÍA SACERDOTAL, fueron mantenidas incólumes
y vigentes en sus respectivas épocas. Gracias a sus “Maestros Hábiles” de ayer
y de hoy, esa Gran Tradición continúa en nuestros días “Ne Varietur”, con Plena
“Fuerza y Vigor” en las Instituciones y Órdenes Iniciáticas de Tradición, que
como Celadoras, conservan y transmiten los Misterios Iniciáticos de esa
invalorable Heredad, a quienes reúnen las cualificaciones imprescindibles para
recibirlos.
La VÍA REAL o Regia es la Ciencia Cosmológica fundamental del
Trabajo Interior que debe realizar el verdadero Masón. VÍA que conduce al
Iniciado, de la Potencialidad que lo cualifica, a la Virtualidad que da inicio
al esfuerzo, y de esta a la Realidad Cósmica o Universal; es decir, la
unificación del estado individual a la Consciencia Universal o Cósmica. Para
ello es indispensable el despertar de la Consciencia del Ser Real y
Verdadero, el “Maestro Íntimo”, que es lo que se entiende en la Masonería
Operativa como “la Construcción del Templo no hecho con las manos”, la Logia
Interior o el Templo de La Luz Verdadera…
El HERMETISMO como Doctrina, y la ALQUIMIA como Praxis (Ascesis
Interior), son las Bases del ARTE REAL. Es un ARTE porque corresponde
específicamente a las Escuelas Iniciáticas cuyo Simbolismo está plenamente
representado por el OFICIO: son “Iniciaciones de Oficios”, tales como el Compagnonage
y la Masonería en Occidente, pero como otras variantes en Oriente. Se denomina
REAL porque “forma REYES”, es decir, “Hombre Reales”, porque desarrollan el
Principio Supra-Humano ínsito en el Ser. Son Hombres sustraídos a toda
dominación, especialmente de sus propias pasiones, y por lo tanto,
verdaderamente “libres y de buenas costumbres”, soberanos Maestros de sí
mismos, porque el Hombre que ha alcanzado la unidad es REY: pertenece a la
Realeza del Espíritu. La VÍA REAL no es para la gran masa de seres humanos cuya
consciencia todavía obscurecida y nebulosa, no siente la impulsión del
despertar espiritual, razón por la cual permanece agrupado en “el rebaño”. Los
“candidatos” son precisamente quienes han resuelto “salirse de la manada”.
LA ALQUIMIA DE LA TRADICIÓN
HERMÉTICA
Ante todo, la verdadera Alquimia es de orden ESPIRITUAL; esta es una
verdad que usualmente es ignorada o desconocida por quienes carecen de
autoridad para hablar acerca de este asunto. Se trata, pues, de una Ciencia
Sagrada o IEROS EPISTEME, como la llamaban los Iniciados Griegos, de naturaleza
propiamente espiritual o “interior”, que no tiene nada que ver con las
operaciones materiales a las que se ha pretendida confundir con la verdadera
Alquimia, aplicándole el mismo término. En el mundo árabe, la “alquimia”
material siempre ha sido considerada como una ciencia inferior comparable a la
brujería; mientras que se considera a la Alquimia Espiritual como la única
verdadera, generalmente designada bajo el nombre de KIMIA ES-SADAH o “Alquimia de la felicidad”. De hecho, existe un
Tratado de Al-Gazali que lleva este título. Como bien lo señala René Guenón: “lo que no hay que perder de vista jamás, y
que está en la base de toda Enseñanza verdaderamente Iniciática, es, que toda realización
digna de este nombre, es de orden esencialmente interior, aún si es
susceptible de tener repercusiones al exterior; el hombre no puede encontrar
los principios y los medios sino en sí-mismo, y lo puede, porque él porta en sí
la correspondencia de todo lo que existe, vale decir, que “el hombre es un
símbolo de la Existencia Universal”; y si logra penetrar hasta el Centro de su
propio Ser, alcanza por ello mismo el Conocimiento total, con todo lo que ello
implica por añadidura: “quien conoce a su Ser Verdadero, conoce a su Señor”, y
lo conoce entonces en la suprema unidad del Principio mismo, fuera del cual no
hay nada que pueda tener el menor grado de realidad.” (Cf. “La Tradition
Hermetique”).
La etimología de la palabra
HERMETISMO indica que se trata de una Tradición de origen Egipcio, por cuanto
la Doctrina deriva de una Enseñanza basada en las investigaciones y
experiencias de la Casta Sacerdotal Egipcia. THOTH-HERMES es el conservador y
transmisor de la Tradición representada por el Antiguo Sacerdocio Egipcio, o “del Principio de inspiración «supra-humano» del cual el Sacerdocio
Egipcio detentaba la Autoridad Espiritual, y en nombre del cual formulaba y
comunicaba el Conocimiento Iniciático.”
(Cf. René Guenón: APERÇUS, Cap. XII). De igual manera, la etimología de la
palabra ALQUIMIA aunque es árabe en su forma, pero no en su raíz (AL-KIMIA),
deriva verosímilmente del nombre “Kemi”
o “Tierra Negra” dado al Antiguo Egipto, lo que nuevamente indica de lo que se
trata.” (Cf. Op. Cit.).
En ISAÍAS 1:25 encontramos una
precisa referencia a la Alquimia Espiritual: “Y volveré mi mano sobre ti, y limpiaré hasta lo más puro las escorias,
y quitaré todo tu estaño.” La verdadera Alquimia Espiritual corresponde,
como ya hemos dicho, a un proceso OPERATIVO en el cual el verdadero y
Tradicional concepto de NATURALEZA incluye su doble aspecto de NATURA
NATURANTE y NATURA NATURADA; es decir, el dominio de la manifestación SUTIL,
Mundo Energético o Mundo Intermediario donde se sitúan las prolongaciones
extra-corporales de la individualidad humana, y el dominio de la manifestación
FÍSICA o MATERIAL. Estos DOS aspectos de la Naturaleza corresponden a lo que
siempre se ha entendido en todas las Escuela Iniciáticas de Misterios como la
“Madre Naturaleza” o la PHUSIKE de los “pre-lógicos”, tan “ilógicamente”
incomprendidos por ciertos racionalistas fieros, exceptuando digna y
justicieramente a Levy-Brühl. (Vide: “LA METALITE PRIMITIVE” y “CARNETS”:
Fonctions Mentales).
Amphitheatrum Sapientiae Aeternae (1595), de Heinrich Khunrath |
ASPECTO COSMOLÓGICO DE “LA GRAN OBRA ALQUÍMICA”
La Gran Obra Alquímica está
fundamentada en los siguientes conceptos cosmológicos: Toda COSMOGONÍA
representa un ARQUETIPO IDEAL del Proceso Creador. El COSMOS, partiendo del
CAOS original mediante el Principio Organizador, es un MODELO que en el orden
Microcósmico se convierte en un esquema humano de acción, un modelo a
seguir donde intervienen los mismo factores de La Creación o Manifestación
Microcósmica: un Hálito, Pneuma o Espíritu, “El VERBO”, LOGOS o La Palabra; una
vibración o energía, de todo lo cual van a surgir el ORDEN y LA LUZ. Siendo el
Cosmos la Obra Divina, Sagrada, así mismo, cuando el Hombre se convierte en
CONSTRUCTOR de su propio Mundo Interno (Microcósmico), está igualmente
realizando la Gran Obra Alquímica; es decir, está ordenando su propio “caos”
(ORDO AB CHAO), y como consecuencia o efecto de su acción, que es una
“imagen” de lo que ha sido hecho “al comienzo” de La Creación por el G\A\D\U\; el
Iniciado, a partir del “caos interior”, punto de partida “substancial” de la
manifestación de este Mundo, igualmente RECIBE el “Fiat Lux” de la INICIACIÓN
VIRTUAL que lo convierte en el punto de partida (Inicio) también “esencial”
para la REALIZACIÓN OPERATIVA y VIVENCIAL del Plan del G\A\D\U\; vale decir, el TRABAJO INICIÁTICO INTERIOR realizado por sí mismo
y en sí mismo, en su “Logia Interior”, ese “Templo Particular” que
corresponde en este caso al punto de vista microcósmico. Trabajo que representa
un “Orden” verdadero, por oposición al “Caos” relacionado con el “estado
profano” de su origen o “ausencia de orden”.
Solamente después de haber
construido el propio Templo Interior, puede el Iniciado-Adepto usar el mismo
método cosmológico en aplicaciones diversas y múltiples, tanto en el orden
social o externo como en la constitución de una Organización Tradicional
completa, inspirada y fundamentada en los Principios Iniciáticos. Tal es lo que
se designa en la Masonería Escocesa como la “Constitución del Reino del Santo
Imperio”; vale decir, la aplicación del Arte Real en una forma Tradicional particular.
Robert Fludd, Utriusque Cosmi, 1617-1621. |
LAS ETAPAS DE LA “GRAN OBRA HERMÉTICA”
La Ciencia Sagrada que describe la
Gran Obra Hermética en su manifestación externa y simbólica, representa la
ASCESIS INTERIOR o “Theurgia del Fuego” destinada a REINTEGRAR al
Hombre-Individuo en el Hombre-Arquetipo. Se trata, como ya hemos dicho, de una
Ciencia Cosmológica o Gnosis Alquímica que comprende el estudio de la
Naturaleza en su doble aspecto ya señalado (Preternatura y Natura), materia
dinámica, radiante o energética y universo físico, fenoménico, del cual tomamos
conocimiento a través de las impresiones sensoriales o sensaciones.
El Rito de la Iniciación VIRTUAL
representa el COMIENZO o INICIO del Proceso Real que conduce a una verdadera
PALINGENESIA: el Pasaje de La Escuadra al Compás; de la consciencia fenoménica
a la consciencia de lo Real y Verdadero. Es todo un proceso de TRANSFORMACIÓN
mediante TRES grandes “Pasos”, etapas o “pasajes” que se inician con el
NIGREDO, “melanosia o putrefacción y catarsis”, prosigue con el ALBEDO, “leucosis”
y “refinación”, y culmina con el RUBEDO, “dosis” o “Magisterios del Arte Real”.
Tal es la VÍA REGIA, o “WANG-TAO”
según la Tradición Taoísta.
Seguidamente, ofrecemos varias
figuras ilustrativas de la Primera (NIGREDO), “la Piedra al Negro”.
DETALLE DE LA OBRA ALQUÍMICA SPLENDOR SOLIS |
AUTOR: ALBANASHAR AL-WALI
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